Sucedió un aburrido 1º de abril
El día empieza con un sol infernal en toda Lima. Como envidio a todos mis compañeros que aun disfrutan de sus largas vacaciones de verano como se debe: playa, fiestas, viajes, etc. En cambio estos meses para mi no han sido del todo relajantes. Por ahora – aunque creo que será todo el año - mi tiempo se bifurca en cuatro momentos: trabajar, estudiar comer y dormir. Bueno, hoy es primero de abril. Empieza la famosa “semana santa” y lo pongo ente comillas por que de santa ya no tiene nada. En este día me entero que el inefable de mi hermano ya ingresó a la universidad después de dos intentos fallidos, por ello lo saludo fríamente y con falsa deferencia miento al decirle que le invitare un buen desayuno uno de estos días.
Trato de aprovechar el día para hacer algo más interesante ya que no tengo que ir a trabajar hasta el sábado. Pero mis intenciones fracasan y simplemente recorro las calles del Mercado Central y Paruro escuchando a mi paso las tontas y monótonas canciones cumbiamberas que tanto me aburren pero que le encantan a muchos. Toda la tarde transcurre rápidamente y solo realice tres cosas: pagar por la reparación de mi viejo y obsoleto Mp3, jugar playstation y ver pornografía en Internet – por lo pronto ya estoy reconociendo a muchas pornostars por su nombre y sus tatuajes- .
Ya de noche en la comodidad de mi hogar desganado por lo aburrido que pase este día, me pongo a escribir alguna historia o cuento para entretenerme pero fracaso en mi intento ninguna sirve como para ser leída. Mientras tanto me quedo mirando las novelas coreanas que tanto le gustan a mi abuela. También aprovecho para leer las revistas para otakus que mi hermano guarda celosamente en su caja. No cabe duda que sin querer le agarre cierto gusto por los animes japoneses.
El día empieza con un sol infernal en toda Lima. Como envidio a todos mis compañeros que aun disfrutan de sus largas vacaciones de verano como se debe: playa, fiestas, viajes, etc. En cambio estos meses para mi no han sido del todo relajantes. Por ahora – aunque creo que será todo el año - mi tiempo se bifurca en cuatro momentos: trabajar, estudiar comer y dormir. Bueno, hoy es primero de abril. Empieza la famosa “semana santa” y lo pongo ente comillas por que de santa ya no tiene nada. En este día me entero que el inefable de mi hermano ya ingresó a la universidad después de dos intentos fallidos, por ello lo saludo fríamente y con falsa deferencia miento al decirle que le invitare un buen desayuno uno de estos días.
Trato de aprovechar el día para hacer algo más interesante ya que no tengo que ir a trabajar hasta el sábado. Pero mis intenciones fracasan y simplemente recorro las calles del Mercado Central y Paruro escuchando a mi paso las tontas y monótonas canciones cumbiamberas que tanto me aburren pero que le encantan a muchos. Toda la tarde transcurre rápidamente y solo realice tres cosas: pagar por la reparación de mi viejo y obsoleto Mp3, jugar playstation y ver pornografía en Internet – por lo pronto ya estoy reconociendo a muchas pornostars por su nombre y sus tatuajes- .
Ya de noche en la comodidad de mi hogar desganado por lo aburrido que pase este día, me pongo a escribir alguna historia o cuento para entretenerme pero fracaso en mi intento ninguna sirve como para ser leída. Mientras tanto me quedo mirando las novelas coreanas que tanto le gustan a mi abuela. También aprovecho para leer las revistas para otakus que mi hermano guarda celosamente en su caja. No cabe duda que sin querer le agarre cierto gusto por los animes japoneses.
En fin. Ya me preparo para vivir el próximo día y pienso en las personas que en toda la madrugada juerguean y disfrutan de verdaderas orgías romanas en las playas del sur de Lima.
Termino deseándoles a todos los que leerán este escrito - muy aburrido por cierto - que hayan disfrutado de una bonita semana santa. Al menos para mi no fue. AMEN.
Termino deseándoles a todos los que leerán este escrito - muy aburrido por cierto - que hayan disfrutado de una bonita semana santa. Al menos para mi no fue. AMEN.